Ya han pasado tres meses, y cada día me arrepiento más de no haber ido al internado. Pero ya no hay plazas, le dieron la mía a otra niña y ya no hay nada que hacer. Mis antiguos compañeros de clase me saludan, e incluso alguna vez me preguntan cómo me va, pero ya está. No me llaman para quedar, me rechazan en el recreo.
Los de mi nueva clase me consideran la pequeña, también la rara empollona. Alguna vez se ríen de mí, sólo tengo una amiga. No me cae demasiado bien, pero no estoy en condiciones de elegir. Sé que solo va conmigo porque no tiene con quién irse, y que ella también me considera algo rara.
Con mis padres me va como siempre. Bien, con gritos y riñas de vez en cuando.
Me siento mal, deprimida, siento que estoy en un hoyo del que no puedo salir. Debería haber escuchado a mis padres, me odio tanto por ello...
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Retrocede a "Pánico".
Los de mi nueva clase me consideran la pequeña, también la rara empollona. Alguna vez se ríen de mí, sólo tengo una amiga. No me cae demasiado bien, pero no estoy en condiciones de elegir. Sé que solo va conmigo porque no tiene con quién irse, y que ella también me considera algo rara.
Con mis padres me va como siempre. Bien, con gritos y riñas de vez en cuando.
Me siento mal, deprimida, siento que estoy en un hoyo del que no puedo salir. Debería haber escuchado a mis padres, me odio tanto por ello...
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